Durante su campaña, el presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump, habló muy seguido sobre la necesidad de un aumento importante en la infraestructura del país, que al final propone una política que depende mucho en el sector privado para poder ser llevada a cabo. Ahora, junto con la inminente presidencia de Trump lista para convertir el plan en una realidad, el bróker internacional, Pablo Soria de Lachica, advierte que los resultados de un plan de este tipo serán perjudiciales para la economía de EE. UU. La estrategia de Trump conducirá a consecuencias financieras severas en los próximos años, mientras se ignoran al mismo tiempo muchas de las necesidades de infraestructura más grande que tiene el país. Durante una reciente reunión a donde asistió Business Insider, el jefe de estrategia mundial de JPMorgan Asset Management, David Jelly, se hizo eco de estas opiniones y declaró, “si se establecen muchos incentivos fiscales, particularmente grandes recortes personales impositivos, en una economía que en pleno empleo, esto será como poner a asar un bife bien cocido”.
El desarrollo y la restauración de la infraestructura expandida es un objetivo bipartito primario que ha recibido un amplio apoyo en el Capitolio, donde la fuente y la cantidad de los fondos son la mayor causa de cualquier disputa. Las necesidades prioritarias incluyen la reparación de tuberías viejas, la profundización de puertos, la renovación de aeropuertos y la reparación de carreteras y puentes antiguos. Históricamente, la responsabilidad del costo de las mejorar de la infraestructura ha recaído principalmente en los gobiernos locales y estatales, donde el gobierno federal ofrece asistencia en los vínculos. El plan de Donal Trump implica una aproximación inusual, ya que le ofrece créditos taxativos a las compañías privadas como un incentivo para involucrarse en el desarrollo. Los costos de este proyecto serán emprendidos en gran parte por estas compañías, las cuales luego adquirirían una devolución de su inversión, además de los créditos taxativos correspondientes. La política de Trump sugiere que cualquier pérdida de los ingresos impositivos federales de estos créditos será compensada por los impuestos que resultan de las ganancias de una compañía, junto con los salarios imponibles de los trabajadores asignados a estos proyectos.
Pablo Soria de Lachica opina que estas declaraciones son confusas y dudosas por varias razones. Las compañías privadas tienen muy poco o nada por adquirir al involucrarse con la mayoría de las necesidades principales de infraestructura, al menos que los proyectos fuesen empeños generadores de ingresos, como ser autopistas de peaje y estacionamiento pago. El colaborador de Forbes, Joel Moser coincide y opina, “ninguna suma de una exención tributaria motivará a la inversión en un activo que no produce ingresos. Nadie invertirá en el reemplazo de puentes defectuosos que no tienen peajes, sin importar la reducción de impuestos, al menos que una transmisión de ingresos esté adjunta a esos activos”.
El aumento en los gastos federales para financiar desarrollos indeseados por parte del sector privado, sin lugar a dudas, conducirá en el corto plazo, a un aumento en el PIB medido. Sin embargo, el columnista de Bloomberg, Tyler Cowen advierte, “inclusive si la administración de Trump toma malas decisiones en cuanto a la infraestructura y desperdicia grandes sumas de dinero, el PIB medido aumentará de todos modos. No te dejes engañar…el dinero que se gasta finalmente debe ser devuelto. Así que el aumento actual del PIB será compensado por una contracción en 5, 10 o 20 años”. La implementación completa del plan de Trump resultará en daños, tanto a largo como a corto plazo, del bienestar de la infraestructura y economía de la Nación, donde algunos aspectos requieren varios años para poder ser corregidos.
Un graduado de la Universidad Tecnológica de México, Pablo Soria de Lachica, un bróker reconocido a nivel internacional y experto en divisas extranjeras, especializado en asuntos que varían desde herramientas de trading online para inversores, a la supervisión de operaciones de negocios diarias. Pablo lucha por no sólo aconsejar a los clientes, sino por educarlos y es por esto que ha escrito varios textos de enseñanza donde se discuten los principios básicos de la inversión, al igual que consejos y técnicas más avanzadas. Actualmente colabora con Kartoshka, líder mundial en el desarrollo de tecnología para ventas, telemarketing y atención al cliente.